Lo primero que pienso es: ¿qué hará que esta ruta llegue a hacerse hueco en mis recuerdos y la haga distinta a todas las demás?, está claro que también puede depender de la compañía que tengas en esa ruta, pero ese es otro tema. De lo que quiero hablar es de esos sentimientos que recorren todo tu cuerpo, "desde el pelo mas revoltoso de tu cabeza, hasta el dedo mas pequeño que hay dentro de tu bota", hablo de toda esa belleza que te rodea en el transcurso de esa aventura, todo eso que el alpinista o senderista de hoy en día ha dejado de apreciar.
En este mundo, la escalada como el alpinismo, se lleva tanto a lo comercial que dichas sensaciones, esa belleza, la vida de la montaña se esta llegando incluso a perder, si el ser humano siempre busca superar el medio en el que se encuentra nunca llegara a darse cuenta que no siempre hay que seguir un camino marcado por un GPS,si no que "si te mueves, el camino aparecerá bajo tus botas" a lo que quiero llegar es que no hace falta llevarlo todo a la competición, no todo es un decorado que montan a nuestra llegada y desmontan cuando marchamos, hay que cuidarlo, vivirlo todo con criterio, pasión y respeto hacia el medio en el que estemos (montaña, mar), sin olvidarnos de sus moradores (animales, plantas).
Porque nosotros somos invitados dentro de su grandioso mundo.
Y yo en la repisa de mis sueños observaba como el tiempo pasaba a mi alrededor. |
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