La vida, como los pensamientos, es un cúmulo de ilusiones, amores, derrotas, victorias... todo ello con una pizca de motivación y pintado de sueños. Dichos sueños, cuando somos pequeños se sintetizan en cosas muy simples, como parecerse a nuestro padre,madre o hermano mayor, pero a medida que crecemos estos se van haciendo más complejos, como vivir para siempre con la persona a la que amas o subir al mont blanc antes de cumplir los 25...
El mundo está lleno de soñadores, son los que te sonríen al ir a por el pan, te cuentan sus historias en su blog o regalan parte de su comida a alguien necesitado que hay por la calle..., todos ellos tienen una cosa en común, el propósito de cambiar la vida tal y como la conocen , porque esta sociedad en la que vivimos es triste, sombría y parece que nunca cambiará.
Me da pena ver que la mayoría viven más preocupados en poner al día las redes sociales que en pasar tiempo con sus seres queridos, en guardar el máximo dinero posible en el bolsillo que en donar algo tan simple como 2 kg de arroz en una recogida de alimentos, en consumir en vez de cuidar el medio ambiente en el que todos convivimos.
Los sueños son distintos según la persona, pero deberíamos tener uno en común, cuidar del sitio que nos ha dado la vida a nosotros, a todos nuestros seres queridos y a todo lo que conocemos.
Llegado este punto, es el momento de preguntarnos qué podemos hacer nosotros como ser entre seres para empezar a remediar este daño que nos estamos produciendo y con el que poco a poco nuestro futuro terminará desapareciendo.
A lo dicho solo sumaré la importancia como montañero que tiene para mi limpiar de residuos las zonas que disfrutaremos con nuestro sueño hecho realidad, simplemente recogiendo nuestros propios residuos y no depositando más.