A toda aquella gente que dice que esforzarse no sirve para nada.
Ese empeño, esmero, afán, hacia algo que solo tú sabes lo que te costará ( bien sea tiempo, actividad física o moral), es lo que quedará al final, el proceso, la elaboración de lo que quieres conseguir
"ese camino".
Muchas personas evitan esforzarse por desgana, miedo a lo que podría pasar..., pero debemos ser valientes y confiar en nosotros mismos, en seguir adelante. Hacerlo como si nos fuese la vida en ello, como si no hubiera nada más, porque lo que importa es el esfuerzo, no el logro, por eso siempre hay que dejarse la piel en lo que hacemos, disfrutar lo máximo y vivirlo.
Puede que lo primero que te ocurra al empezar el camino hacia el éxito del logro que buscamos ansiadamente, sea una falta de motivación, un desconsuelo seguido de una serie de regulaciones que nuestro cuerpo (esa maquina tan perfecta) está diseñado para hacer, pero después poco a poco ganaran consistencia y de la nada aparecerán caminos que intentarán desviarnos. Pero esta ruta ya está marcada, sabemos donde termina, cual es su final y habrá que luchar lo que haga falta para conseguirla, siempre sabiendo reconocer lo fundamental y para lo que fuimos creados, para aprender, conocer, sentir y lo fundamental vivir.
No todo es evadirse del grandioso mundo en el que vivimos, sino conocerlo, sentirlo y disfrutarlo. Asi que sal de tu zona de confort, viaja, lee, escucha música y compartelo con la gente que conocerás en tu camino.
Los logros están dibujados de varias formas, pero al final siempre es lo mismo, por eso debemos apreciar lo que hacemos y hacen por nosotros . Porque no estamos solos en este gran camino.